La última jornada de la temporada para el Club Deportivo Ajedrez Tíjola fue, sin duda, de película. El equipo, que partía desde el último puesto del ranking inicial y había sufrido una temporada durísima, protagonizó un auténtico milagro deportivo este domingo, logrando una victoria in extremis por 2-3 frente al Club de Ajedrez El Ejido, lo que les permite evitar el descenso directo y clasificarse para la promoción por la permanencia.
A pesar de haber competido a un nivel superior al esperado en muchos encuentros, la fortuna no había acompañado al equipo durante gran parte del campeonato. Derrotas ajustadas, errores en finales, y malos resultados de rivales directos parecían condenarlos jornada tras jornada.
Así llegaban a esta última ronda como farolillo rojo, con la imperiosa necesidad de puntuar. Las cuentas eran claras: el empate servía en 4 de las 5 combinaciones posibles; la victoria, en casi todos los escenarios. Tras más de cuatro horas de intensa competición, el empate estaba asegurado, quedando solo una partida en juego.
En ese momento, las noticias a través del «transistor» —es decir, el grupo de WhatsApp— no podían ser peores: las combinaciones favorables se habían evaporado. El empate ya no bastaba. Solo valía ganar.
Con toda la presión sobre sus hombros, Sergio, el último jugador en mesa, se enfrentaba a un final complicado. Con apenas un segundo en el reloj, logró seguir en partida, aguantó la tensión y, tras una serie de jugadas agónicas, alcanzó unas tablas que valían oro: victoria por 2-3 y salvación milagrosa.
Para sorpresa del equipo, los resultados de sus rivales directos también jugaron a su favor, permitiéndoles escalar hasta la sexta posición de la tabla. Esta clasificación no solo evita el descenso directo, sino que les otorga el privilegio de elegir rival en la próxima fase de promoción por la permanencia.
“Hoy hemos gastado unos cuantos amagos”, reconocía el presidente del club, aún con la adrenalina del momento. La promoción se prevé complicada, pero el CD Ajedrez Tíjola ha demostrado que, con lucha y esfuerzo, nada está perdido hasta el último segundo.
